FRIDA KAHLO
(190754) comenzÛ a pintar en 1925 durante
la convalecencia de un accidente vial que le
causÛ limitaciones fÌsicas permanentes. En el
curso de su vida se sometiÛ a m·s de treinta
intervenciones quir™rgicas y muchas de sus cerca
de doscientas obras est·n relacionadas
directamente con sus experiencias del dolor
fÌsico. Son tambiÈn una crÛnica de sus
relaciones turbulentas con Diego Rivera.Kahlo
conociÛ a Rivera en 1928 y se casÛ con Èl en
1929. CompartÌa con Èl la fe en el comunismo y
el interÈs apasionado por las culturas
indÌgenas de MÈxico. Rivera alentaba a Kahlo en
el trabajo, la ensalzaba como autÈntica, pura y
primitiva, y le enfatizaba los aspectos indios de
su herencia. En este periodo, el
"mexicanismo", la aceptaciÛn fervorosa
de la historia y cultura prehisp·nicas de
MÈxico, expandiÛ en gran medida la idea de las
raÌces nativas. Al mismo tiempo, ser
conceptuadas como primitivas fue una forma de
reconocimiento para algunas mujeres artistas.
Kahlo,
que tenÌa sangre india por parte de madre, era
judÌa h™ngara por su padre. Si bien comenzÛ
como pintora autodidacta, pronto empezÛ a
moverse en cÌrculos artÌsticos refinados por su
relaciÛn con Rivera. En realidad, resulta
difÌcil concebir que cualquiera que compartiera
la vida con Rivera conservara la inocencia
artÌstica. Quiz· porque generara respeto y
diera credibilidad a su obra en el mundo
artÌstico, Kahlo fomentÛ el mito de su propio
primitivismo en parte adoptando el atuendo
tradicional mexicanoque la acompaÒÛ en
toda su carrera.
En
vida, Kahlo no gozÛ de la misma aceptaciÛn que
los grandes pintores del muralismo mexicano,
Rivera, Orozco y Siqueiros. La situaciÛn, sin
embargo, ha cambiado en los ™ltimos veinte aÒos
y hoy en dÌa su obra idiosincr·sica e
intensamente autobiogr·fica tiene el mismo valor
crÌtico y monetario, si no m·s, que la de sus
compaÒeros.
La
pintura de Kahlo en la colecciÛn Lewin es
representativa de un grupo de naturalezas muertas
que realizÛ hacia el final de sus dÌas, cuando
estaba confinada en su casa, o al lecho. Entonces
pintaba en especial frutas de su jardÌn o del
mercado local que podÌan colocarse sobre una
mesa junto al lecho. Kahlo se identificaba con la
naturaleza al personificar las frutas. El
pequeÒo m·stil que perfora la carne de la
naranja verde en primer plano, hace pensar en las
flechas, clavos y espinas que perforan su carne
en varios autorretratos. Los cocos en forma de
calavera sienten el dolor y lloran como ella.
Kahlo
y Rivera se divorciaron por un tiempo en 1939
para volver a casarse en 1940 y fue con toda
probabilidad en este periodo que Rivera pintÛ el
retrato de Kahlo. Ella aparece en varios murales
de Rivera, en especial como militante comunista
en su Corrido de la revoluciÛn proletaria,
repartiendo armas de la SecretarÌa de
EducaciÛn de la ciudad de MÈxico. No obstante,
su imagen en esta exposiciÛn es el ™nico
retrato individual conocido que Rivera pintÛ de
ella.